En las últimas semanas, Nuevo León ha sido escenario de intensas protestas y bloqueos como respuesta a los crecientes actos de corrupción en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Ciudadanos, principalmente familiares de pacientes, han alzado la voz ante la grave situación que pone en riesgo la vida de niños y mujeres que dependen de medicamentos esenciales. Las manifestaciones buscan visibilizar las irregularidades y exigir a las autoridades la pronta intervención.

El problema radica en la compra de medicamentos a precios inflados, un esquema corrupto que ha beneficiado a un pequeño grupo de funcionarios que se enriquecen a costa de la salud de los más vulnerables. Según los manifestantes, esta práctica ha generado una escasez crítica de medicinas en las unidades del IMSS, lo que ha desencadenado el enojo de miles de personas que dependen del servicio público para acceder a tratamientos.

Las marchas y bloqueos se han extendido por diversas áreas del estado, con el clamor general de que se ponga fin a la impunidad y se tomen medidas para garantizar la transparencia en las compras públicas. Los manifestantes advierten que continuarán con sus acciones hasta que los responsables sean investigados y sancionados, y se asegure el abasto de los medicamentos necesarios para la atención de los pacientes del IMSS.